Y como no había vuelo directo a Iguazú, hicimos escala en Buenos Aires llegando a las 5 a la ciudad de Puerto Iguazú y antes de la cena dimos un pequeño paseo por los alrededores del hotel, sin prisas porque el cambio de temperatura se hacía notar, de 7 º pasamos a 30 º.
Nos hacen madrugar el día 12 por que nos recogen a las 7.30, pero empezamos bien el día porque mientras desayunábamos pudimos ver un colibrí en uno de los grandes ventanales del salón. Y nos fuimos al Parque Nacional Iguazú , declarado Patrimonio Natural de la Humanidad por la Unesco en 1984. Desde la estación central empezamos el recorrido del paseo superior, unos 800 metros de pasarelas desde donde podemos ver los saltos Dos Hermanas, Bossetti, Bernabé Méndez , entre otros. Acabado el recorrido superior, emprendemos el recorrido inferior, donde veremos Dos Hermanas, Alvar Nuñez, San Martín, Peñón de la Bella Vista y las panorámicas de la Garganta del diablo y el Cañón del Río Iguazú.
En 1978 las Cataratas de Iguazú se quedaron sin agua, y pudimos ver una pequeña exposición fotográfica de ese momento.
Después de comer realizamos el paseo Garganta del Diablo. Tomamos el tren en la estación Garganta del diablo y luego caminamos por pasarelas de unos 120 metros de altura que nos permitieron deleitarnos con las vistas del salto mas importante de las Cataratas.
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| El edificio que se ve al fondo de la Catarata está en Brasil y mañana iremos allí |
Regreso al tren, regreso al centro de visitantes, regreso al hotel... tomar la malla y a refrescarse en la pileta para olvidar el calor de todo el día, pero no, no iba a ser así de sencillo, el candado boludo de la valija se muestra obstinado y no hay manera de abrirlo. Un paseo a recepción y 10 minutos después un pibe con una sierra pone remedio a ese candado pertinaz y yo puedo cambiarme e ir a la pileta para terminar bien el día.
Salimos a las 7 de la mañana (maletas incluidas) en dirección a Foz do Iguaçu en Brasil y desde allí, a unos 28 km se encuentra el Parque Nacional do Iguaçu, una de las reservas de vegetación más grandes de Brasil.
Empezamos el paseo en las pasarelas situadas sobre la barranca del Río Iguazú, vemos una panorámica de la Isla de San Martín y de los saltos: El Bossetti, San Martín y Tres Mosqueteros.
y estando en estas tesituras, Isabel, compañera de fatigas, descubre que con el móvil puede hacer vídeos además de fotos y me temo que a partir de ahora en nuestros viajes ella se encargará de esa cuestión, os dejo uno de los que ha hecho.
Almorzamos en Puerto Canoas, en el Parque Nacional y a continuación salimos para el aeropuerto donde tomamos el vuelo que nos llevó a Buenos Aires. Llegamos sobre las 6 de la tarde y después de dejar las maletas, salimos a dar un paseo por los alrededores del hotel, bastante céntrico por cierto.
La mañana del día 14 visitamos los lugares más destacados de Buenos Aires, Empezamos el recorrido en la Plaza de Mayo, viendo la Casa Rosada, la Catedral Metropolitana donde entramos y vimos el cambio de guardia, pasamos por el Barrio de San Telmo y llegamos al Barrio portuario de La Boca, donde callejeamos por la famosa calle Caminito. Pasamos por el barrio mas nuevo y caro, Puerto Madero, y luego por el residencial del Palermo. Buenos Aires es una ciudad de contrastes.
Y luego nos llegamos hasta Recoleta y como no, visitamos el cementerio que sorprende por su riqueza arquitectónica y por las importantes personalidades que allí residen, entre las que destaca, Eva Perón.
Después de almorzar, volvimos al hotel y tuvimos la tarde libre para callejear a nuestro aire. El día 15 nos recogieron a las 10 de la mañana en el hotel para ir a la parte norte de Buenos Aires, recorrimos algunos barrios residenciales; Palermo, San Isidro, Martínez y alguno más que ya he olvidado, hasta llegar a Tigre, un barrio ubicado en la desembocadura del Delta del río Paraná. A finales del siglo XIX el Tigre se convirtió en el lugar de recreo de la alta sociedad porteña. Tomamos una lancha para dar un paseo por el Delta.
Y de nuevo la tarde libre para callejear hasta las 9 que nos recogerían en el hotel para ir a un espectáculo de tango porteño.
Y llego el 16 de noviembre, último día de nuestra estancia en Buenos Aires, tuvimos el día libre hasta las 8 de la tarde en que nos llevarían al aeropuerto . Salimos a las 10 de la mañana después de dejar las valijas en recepción para seguir callejeando. Estuvimos paseando sin prisa y nos acercamos hasta el obelisco y al Impresionante Teatro Colón, conseguimos entradas para una visita y fue realmente extraordinario.
y el día llego a su fin y nosotras al aeropuerto y comenzaron las 12 largas horas del viaje de retorno... una vez en el avión solo cerrar los ojos mientras el tiempo se desliza lentamente, los recuerdos de esos días vividos, cincelados en la memoria interna de mi cerebro, van fluyendo perezosamente...
